sábado, 16 de octubre de 2021

jueves, 7 de julio de 2016

Documental "A Media Luz"

https://www.youtube.com/watch?v=T8zMYmG68mMAquí dejo un documental precioso que unos compañeros decidieron hacer sobre mi vida. Fue un trabajo para una asignatura , pero para mi fue un regalo precioso. Así que muchísimas gracias Vicky, Sergi y Raquel, sois maravillosos!!!!

martes, 28 de junio de 2016

Reportaje Viajero


Lidia López Pinedo

 

Abriendo los ojos al mundo desde LONDRES


 

Abriendo los ojos al mundo desde Londres

 

 

La vida pone obstáculos que a veces parecen difíciles de superar. Pero si de verdad pones empeño, no sólo consigues saltarlos, sino que te abre caminos con destinos insospechados y algunas veces maravillosos...

 


Fue duro asimilar, entender y más difícil aún aceptar que mi vida daría un cambio radical. Tendría que aprender a vivir mi vida a media luz.
 
Cuando me descubrieron mi enfermedad de la vista siendo sólo una adolescente sentí que el mundo se me caía encima. Fue duro asimilar, entender y más difícil aún aceptar que mi vida daría un cambio radical. Tendría que aprender a vivir mi vida a media luz. Tendría que aprender a vivir con una baja visión que me obligaría a empezar de cero y así lo hice. Quizás por eso la vida me premió poniéndome delante un punto de inflexión que marcó un antes y un después.



 

En el año 1997 yo ya había entrado en la ONCE, había aprendido a leer braille, había hecho un curso de telefonía y trabajaba cómo Telefonista Recepcionista. Un trabajo que no me gustaba en absoluto. Entonces pasó...

 

Una amiga me contó que había un curso que hacía la ONCE llamado Leonardo Da Vinci que consistía en hacer un curso de inglés de seis meses de duración. Tres meses las clases serían en Madrid y tres meses en Londres. Mi corazón se aceleró en el pecho porque esa era la oportunidad de oro que estaba esperando para dejar ese trabajo que tan poco me gustaba y de abrir mis ojos al mundo. De demostrarles a todos y a mi misma que a pesar de tener una discapacidad no me iba a quedar llorando en un rincón.

 

El problema era decírselo a mis padres. Decirles que me iba de Barcelona a vivir a Madrid y a Londres durante seis meses no sería fácil. Pero lo hice aunque cuando ya estaba segura de que me habían aceptado.

 


Hice mis maletas cargadas de sueños, ilusión, miedo, ganas y un sinfín más de sentimientos
Pusieron el grito en el cielo y me dijeron que estaba loca, pero me dio igual. Hice mis maletas cargadas de sueños, ilusión, miedo, ganas y un sinfín más de sentimientos y una fría mañana de Enero cogí un tren con rumbo a Madrid.



 

 

Rumbo a lo desconocido

En ese tren íbamos Vero, Ana y yo. Las tres vivíamos en Barcelona y la ONCE nos puso en contacto. No nos conocíamos de nada pero íbamos a convivir juntas. El viaje fue largo, pero lleno de risas, confesiones, y porque no decirlo también un poco de miedo. Llegamos a Madrid de noche, estaba nevando y allí nos esperaba una prima de mi padre que se encargó de buscarnos alojamiento. Ella nos llevó a cenar a su casa y luego nos llevó a nuestro nuevo piso. Aquella noche empezó mucho más que una aventura para nosotras. Empezó una amistad de esas que son para siempre.

 

La estancia en Madrid fue increíble. Las tres nos adaptamos a la ciudad cómo si hubiéramos vivido toda la vida allí. Es una ciudad preciosa, con gente maravillosa que te acoge y te hace sentir en casa.

 

En el curso conocimos a más gente con la que congeniamos rápidamente. No tardamos mucho en quedar y salir de fiesta todos juntos. También aprovechamos la estancia para hacer pequeños viajes a Toledo, o a Granada dónde Inma, (otra compañera del curso) vivía y nos invitó a pasar un fin de semana maravilloso en el que pudimos disfrutar de la Alhambra y toda la magia de esta gran ciudad.

Viviendo la magia de Granada / Foto Propia.­­­­­­

 

El tiempo en Madrid voló..., y por fin llegó el gran día de salir de España por primera vez en mi vida. Londres nos esperaba.

 

Adiós y hola

 

Después de los tres meses transcurridos en Madrid volvimos a Barcelona para despedirnos de nuestras familias antes de partir a Londres. La despedida fue dura. Aunque para mí era una aventura maravillosa, para mis padres era una locura. Tenían miedo de dejar a su hija que saliera de España siendo deficiente visual. No entendían cómo podría manejarme sola en un país en el que se hablaba otro idioma y encima viendo tan poquito. Así pues cuando llegó el día mi padre me llevó al aeropuerto y jamás olvidaré su cara de preocupación y cómo se le llenaron los ojos de lágrimas cuando me vio desaparecer junto a Ana y a Vero en aquellas escaleras mecánicas. Nosotras también llorábamos, pero en nuestro interior nacía la ilusión y crecían las ganas de volar muy alto.

Por fin en Londres / Foto Propia.

 

 

Llegamos de noche. La primera sorpresa fue al subir al autocar que nos vino a recoger porque el conductor estaba a la derecha y el vehículo también circulaba por la derecha al contrario que en España. Parece una tontería pero al principio impresiona. Al llegar al colegio que sería nuestro hogar durante los siguientes tres meses nos recibieron muy agradablemente y nos enseñaron nuestras respectivas habitaciones, después llamamos a casa para avisar de que habíamos llegado bien y agotados nos fuimos a dormir.

 

A la mañana siguiente al asomarme a la ventana me sorprendí de ver la maravilla del paisaje que me rodeaba. Campos verdes inmenso, muchos árboles y..., muchas vacas.

 

Estábamos en el condado de Kent y todo alrededor era naturaleza. Preciosos bosques por los que pasear. El colegio se llamaba Dorton College y estaba situado en la pequeña aldea de Seal, situada a su vez en el pueblo de Sevenoaks.

 

Cuando me planteé ir a Londres pensé que sería una bonita aventura y que tenía que hacerlo pero la ciudad en sí no me seducía demasiado, pensaba que no me gustaría porque me imaginaba una ciudad lluviosa, triste y gris. Pero nada más lejos de la realidad.

 

Visitamos mil lugares, pequeños pueblecitos cómo Brighton en el que me sorprendí por encontrar una preciosa playa en un día radiante de sol. Visitamos también la Universidad de Oxford, impresionante y majestuosa.  Paseamos por el campus y navegamos en canoa por el río que tantas veces ha albergado las competiciones entre Oxfor y Cambridge.

 

Oxford en estado puro / Foto Propia.

 

 

Visitamos museos, todos los sitios más turísticos: El Big Ben, The House of Parlament, Saint Paul Cathedral, Picadelli Circus...,  montones de lugares y rincones maravillosos que alberga Londres. Nos impregnamos de la ciudad, nos entró por todos y cada uno de los poros de nuestro cuerpo. Pero no sólo fueron sus paisajes lo que nos enamoró, sino la amabilidad de la gente.

 


Todos teníamos algo que podía con todas esas trabas. Todos teníamos unas ganas inmensas de VIVIR.
Para nosotros fue una gran aventura, porque aprendimos a desenvolvernos en una ciudad desconocida teniendo una gran discapacidad porque todos mis compañeros al igual que yo tenían alguna. Unos tenían ceguera, otros tenían problemas de audición, pero todos teníamos algo que podía con todas esas trabas. Todos teníamos unas ganas inmensas de VIVIR.



 

El viaje nos enseñó muchas cosas. Nos enseñó a valorar la belleza de los paisajes más desconocidos de una ciudad como Londres. Nos enseño que hay que dejar a un lado los prejuicios cuando vas a un país desconocido y dejarte llevar. Pero también nos enseñó lo importante y maravillosa que es la amistad cuando estás lejos de casa.

 

Después de casi veinte años este recuerdo sigue muy dentro de mí, no sólo en mi memoria, sino en mi corazón porque marcó un antes y un después en mi vida. Y sobre todo me regaló grandes amigos que siguen estando y estarán siempre en mi vida aunque estemos separados por cientos de Kilómetros.

 


Amigos para siempre / Foto Propia.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Dos estrellas nuevas en el cielo


Esta es la historia de mi familia que empezó a principios del Siglo XX en un pequeño pueblo de Albacete llamado Bogarra. Allí vivían José Antonio y Ascensión, allí se enamoraron y empezaron una vida juntos.

 

Fruto de ese amor el 2 de Diciembre de 1930 nació José María, y el mismo día pero siete años después nació Elisa, poco a poco fueron llegando Genaro, Luís y Juan, una gran familia que colmaron de felicidad a los jóvenes padres.

 

Eran tiempos difíciles, tuvieron que vivir una dura guerra y una difícil posguerra, pero José Antonio y Ascensión trabajaban duro para sacar adelante a sus cinco hijos, siempre unidos, todos ponían su granito de arena para sobrevivir a las circunstancias que los rodeaban y así iban pasando los años, los niños crecían felices y los padres les enseñaban lo importante que era la unión en la familia, los valores de la humildad, la responsabilidad, de la lealtad y sobretodo del amor.

 

Los años seguían pasando y la vida en el pueblo se hizo insostenible, por lo que la familia tuvo que emigrar a Barcelona en busca de un futuro mejor, pero juntos, siempre juntos, los padres siempre protectores y los hijos con ganas de volar, pero siempre unidos.

 

Poco a poco todos se fueron del nido, se casaron y formaron sus familias, pero seguían viviendo cerca unos de otros, no pasaba un día sin tener noticias de su familia, compartían alegrías, penas, permanecían unidos pasara lo que pasara porque juntos eran invencibles y cuando fueron teniendo sus hijos cada uno les inculcaba a los suyos los mismos valores que sus padres les habían enseñado, y la familia crecía, seguía creciendo reinando en ella la unidad, la humildad, la lealtad y el amor.

 

Así fue transcurriendo la vida hasta llegar al año 2015, un año duro en el que José María llevaba ya unos años enfermo, luchando cómo un gran valiente contra diversas enfermedades pero con ganas de vivir hasta que un día Elisa también enfermó, de repente, sin esperarlo la familia entera se sumió en una gran tristeza, en un inmenso dolor,  pero una vez más unidos.

 

Ellos nacieron el mismo día, con siete años de diferencia, pero compartían algo especial que los unía, algo especial y mágico que escapa a la razón, algo que sólo entiende el corazón y el 6 de Septiembre de 2015 unieron sus manos para volar juntos a la eternidad.

 

Hoy escribo estas líneas con lágrimas en los ojos porque siento que me han arrancado un trocito del alma, ya no podré ver más sus ojos, no podré ver su sonrisa ni escuchar su voz, ya no podré abrazarlos, pero en lo más profundo del corazón siento que siguen aquí que están conmigo, con toda su familia, protegiéndonos con sus alas de plata, porque ahora son dos ángeles que desde el cielo nos siguen mimando y protegiendo cómo han hecho siempre.

 

Tia Elisa y Tio Chema, hoy quiero deciros una vez más que os quiero con toda mi alma, que seguís conmigo muy dentro de mi y quiero darle gracias a la vida por permitirme el privilegio de haberos tenido a mi lado 43 años. Quiero daros las gracias por todo lo que nos habéis dado y lo que nos habéis enseñado.

 

Quiero deciros que si nos veis desde el cielo, nos veréis siempre unidos cómo vosotros queréis que estemos, que nada ni nadie podrá romper la maravillosa familia que tantos años llevábais cuidando y que seremos felices, seguiremos riendo, cantando, bailando, recordando vuestra alegría, vuestra ilusión, vuestra grandeza.

 

Se han ido dos personas maravillosas, con un corazón inmenso y un alma pura, pero así es la vida, a veces te da y a veces te quita, nos ha quitado a dos personas que eran grandes pilares de nuestra familia pero debemos continuar porque en Diciembre nacerá la más pequeñita y nos devolverá la sonrisa, nos dará fuerza para seguir caminando y cuándo miremos al cielo veremos dos nuevas estrellas en el cielo, las más brillantes, las más bonitas que nos recordarán que estáis ahí.

 

 

 

jueves, 30 de julio de 2015

Pequeña Chocolatilla


 

Un 30 de Julio de hace 18 años llegaste a nuestras vidas,  fuiste la cuarta joyita pequeña princesa, contigo se completó el más preciado tesoro que posee la familia, tres principitos y una princesa llenaron para siempre de felicidad nuestros corazones.

 

Hoy te conviertes en una mujer y en mi mente se agolpan miles de bellos recuerdos vividos contigo, momentos mágicos que me hacen sonreír. Tú no te acuerdas porque eras muy pequeña, pero jamás olvidaré aquél día que fuimos a comprarte el vestido de princesa, te pusiste el "droza" que era el que te gustó y empezaste a mirarte en todos los espejos de la tienda, todo el mundo estaba pendiente de ti, estabas tan bonita, tan felíz con tu vestido que era imposible no mirarte y enamorarse de ti:)

 

También recuerdo cuando las dos nos sentábamos al lado de la chimenea y me leías cuentos, ¿te acuerdas?, aquél que hablaba de una pequeña princesa llamada Chocolatilla que te encantaba y que yo no he podido olvidar. Recuerdo el cariño con el que me lo leías porque yo no podía leértelo a ti, y recuerdo también cuando te enseñaba a leer Braille con las nueces, cómo nos reíamos las dos y lo contenta que te ponías cuando te daba un libro para ver si habías aprendido y leías descifrando los puntos...

 

Tengo tantos recuerdos maravillosos que no acabaría nunca, hoy sólo quiero decirte que TE QUIERO, que pase lo que pase siempre estaré a tu lado, quiero decirte que tienes un corazón bello y una sonrisa que me llena el alma de felicidad, nunca dejes de sonreír, vive tu vida disfrutando de cada instante porque cómo alguien dijo una vez: "La vida es lo que pasa mientras hacemos planes", no malgastes el ahora pensando en el mañana, todo llegará cuando tenga que llegar.

 

Sueña pequeña princesa, nunca dejes de soñar, vuela muy alto hacia esos sueños que te darán la felicidad, corre hacia ellos sin miedo de caer, siempre tendrás a tu lado una mano que te levantará y aprende de las caídas porque te harán más fuerte.

 

Te deseo no sólo un día, sino una vida muy felíz Pequeña Chocolatilla, no olvides nunca que TE QUIERO

¡¡¡ MUCHAS FELICIDADES PRECIOSA MÍA !!!

 

 

 

lunes, 30 de junio de 2014

Mi primer reportaje:) "El camino se hace andando"

Decía Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, la frase de un poema, con vida propia cuando entran en juego palabras cómo integración y discapacidad.




Ana María Sosa es una mujer con una deficiencia visual muy severa, que tuvo que aprender a hacerse camino desde pequeña sin elección de volver la vista atrás: “Nací en santa Cruz de Tenerife en 1972, a los pocos meses unos familiares advirtieron qe no miraba como los demás, me llevaron al médico y descubrieron que tenía muy poca visión; Mas adelante le pusieron nombre a mi enfermedad: retinosis pigmentaria. Nadie sabía qué era, así que decretaron que estaba ciega y punto.



Vivía en un pequeño caserío de Santa Cruz de Tenerife, Almáciga. Allí di mis primeros pasos, tardíos y titubeantes y aprendí a mirar el mundo desde abajo, corría, saltaba..., mi diferencia con los otros niños eran unas gafas de culo de vaso.



A los 5 años llegó la escuela y durante 3 cursos me aburrí en una clase que sólo me ofreció desánimo, no podía leer ni escribir, aprendía de oído lo que los mayores estudiaban.



Tenía 8 años cuando una maestra de educación especial puso a mis padres en contacto con la ONCE y así empezó un nuevo camino para mí. Me enviaron a Sevilla, para aprender el alfabeto braille.

Allí me fui y además de poner letras a todo lo que bullía en mi cabeza através de seis puntos, le puse nombre a sentimientos hasta entonces desconocidos: Mi pequeño rincón, Almáciga, rodeado del océano atlántico y de montes se convirtió en el refugio de mi niñez. En Sevilla descubrí la añoranza por las piedras de los caminos y por las olas de aquellas playas de arenas negras.



Pero encontré algo que hizo que esa tristeza fuese menos dolorosa: el recorrido de mis dedos por los puntos que iban desgranando frases y textos que hacían volar mi mente lejos de las paredes del internado. El punzón fue mi arma secreta para apartar mis miedos y dar un sentido a todo lo que me habían obligado a dejar atrás.



En el colegio de ciegos de Sevilla, San Luis Gonzaga me dieron las herramientas para ser capaz de enfrentarme, otra vez, al colegio de mi pueblo, había pasado 3 años fuera de mi casa y volvía para aprender con ellos, otro escollo que superar ya que era el comienzo de la escuela integrada, no sólo para mí sino para mi profesor que no conocía el sistema braille.



Pero con cariño, ganas y tesón todo va hacia adelante. Con mi pauta, mi punzón, papel, mi caja de matemáticas y una ilusión inmensa pasé de curso. Después conté con la colaboración de una maestra itinerante que venía a verme a la escuela para subsanar las deficiencias en cuestiones como la entrega a tiempo de los textos transcritos al Braille y trabajar aspectos de un método adaptado a mi sistema de percepción.





He de decir que no todo fue tan bonito, ya que siempre hay gente a la que le duelen las diferencias y hacen lo posible por allanar las montañas de la diversidad pero no para facilitar el camino. A partir de aquí seguí mi itinerario en diversas etapas y lugares, pero teniendo una base segura sobre la que edificar mi futura formación.”

Ana es sólo un testimonio vivo de tantas personas que tuvieron que vivir una dura situación por tener una “discapacidad”. Saltar las piedras que la vida pone en su camino debe resultar difícil, pero puede ser mucho más duro esquivar las que pone la sociedad.



Poco a poco, todo va evolucionando, avanzando y las cosas van cambiando cómo explica Rosa María Gallart, que trabaja en la ONCE desde hace 25 años. En sus inicios era Maestra de Educación Especialen el CRE (Centro de Recursos Especiales), en el que estudiaban personas ciegas y deficientes visuales ya que empezaban a existir las escuelas integradas pero sólo en primaria, y actualmente presta servicios de Atención a Integrada de Adultos.:





“Una de las tareas que nosotros empezamos fuéla inserción en escuela de adultos que hasta entonces no se había llevado a cabo. Desde entonces a ahora el cambio ha sido brutal porque no tenemos que ir a las escuelas a explicar el caso, ya se le reconoce al estudiante el derecho a matricularse en los estudios que decida, en un centro ordinario. Todas las universidades disponen de un servicio de atención a los estudiantes con necesidades educativas especiales, y a nivel tecnológico ha habido un salto cuantitativo, eso ha facilitado mucho el trabajo de los estudiantes, les ha abierto el acceso a la información, pueden trabajar de forma inclusiva, los campus virtuales de las universidades son una maravilla. Quizá faltaría un poco más de información, nos encontramos con la barrera de que no toda la información de Internet es accesible, y eso es una labor que se tiene que acabar de completar.



En la Autónoma, hace unos 3 años se compraron licencias para la accesibilidad de todos los ordenadores del campus.



Además, los estudiantes afiliados a la ONCE pueden solicitar gratis ssu programa para adaptar su ordenador y poderlo llevar a las aulas para coger apuntes. Hay diferentes programas: La spersonas de baja visión utilizan el Zoomtext, un ampliador de caracteres que tiene también un lector para leer textos largos. Las personas sin restovisual utilizan, Jaws, o uno libre, el NVDA, lo que hacen es leer lo que hay en la pantalla o pasarlo a través de una línea braille, esto exige que estos contenidos que va a leer el revisor de pantalla estén en texto, porque es un lector y si se encuentra con una imagen no la sabe leer.



Todo debería pasar por la formación y la información, a veces se detecta que hay una cierta rutina, y uno tiende a seguir con sus rutinas, ese cambio de registro, dar ese espacio y entender que las cosas se pueden hacer de diferentes maneras, que no existe una discapacidad sino diferentes capacidades, sería necesario poderlo transmitir al profesorado. Se habla de inclusión, pero eso es sólo una palabra que se tiene que llevar a la práctica con todas las contradicciones y las dudas.



También por parte de los compañeros y de los propios estudiantes, hay un paso importante de actitud cuando uno se incorpora a un grupo, saber que él tiene sus derechos que es capaz de enriquecer al grupo y que también tiene que enseñar y educar.”



Rosa explica que la UAB tiene un servicio de atención a la discapacidad que se encarga de facilitar las adaptaciones que requiera el estudiante, y que en algunas facultades existe la figura del Tutor de los alumnos con necesidades especiales que hace de puente entre PIUNE y profesores, Santiago Tejedor es Doctor en Periodismo y Docente en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB, ejerce este rol desde hace 8 años, él tiene una cosa muy clara y afirma con rotundidad: “Para mi no son discapacitados, nunca me han demostrado que lo sean, son alumnos con necesidades especiales”, y habla así de su experiencia:



“Decanato me propuso ser el Tutor de personas con necesidades especiales porque pensaban que mi perfil se ajustaba para este rol, a mi me pareció muy interesante y acepté. He tenido alumnos con necesidades especiales y he intentado en la medida de lo posible echarles una mano, motivarles y cómo con los demás que aprendieran.



Ccreo que es una oportunidad para todos, para pensar, reflexionar, no sólo los profesores, sino también los compañeros de clase porque esos estudiantes realizan un doble esfuerzo y son un ejemplo a seguir por la lucha diaria que significa desde venir al aula hasta enfrentarse a las asignaturas. Me ha aportado una experiencia muy intensa de vida.”



Santiago explica también cómo un estudiante con necesidades especiales puede encontrar la información sobre las ayudas: “La información aparece en la Guia del estudiante, en la Web, el PIUNE que es la unidad de la Fundación Autónoma Solidaria vinculada a los estudiantes con necesidades especiales también se encarga de facilitar información y desde Decanato informamos a los profesores cuando se requiere algún tipo de tratamiento especial.”, habla también sobre sus funciones: “Varía un poco en función del estudiante, pero es un acompañamiento durante la carrera. Se puede concretar en tres momentos, uno previo a la matrícula dónde se le explica número de asignaturas, horarios.…, en el durante se hace un acompañamiento sobretodo las primeras semanas por si hay algún problema que exija hablar con el profesor sobre trabajos, tipo de exámen…, y al acabar el semestre se hace una valoración de cómo ha ido y planificar el siguiente período.”



La educación es la base para abrir la mente de la sociedad y eliminar barreras cómo afirma Mari Luz Barbeito, profesora de la UAB desde hace 14 años: “El camino se hace andando, y cuanto más integradas estén esas personas más interacción haya, esa relación se establecerá y nos daremos cuenta de que no son pobrecitos sino que tienen muchas cosas que aportar y capacidades que ellos tienen que desarrollar más, que nosotros no tenemos y que de ellas nos podemos beneficiar todos.



Yo no creo en la disgregación, esto tiene que ser una representación de lo que es la sociedad, y lo que no vamos a hacer es separarlos, crear un gueto de discapacitados, la gente con diferente grado de discapacidad tiene que formar parte de la sociedad cómo formamos todos”, al igual que Mari Luz, Juan José Perona que es Doctor en Ciencias de la información y docente en la UAB desde hace 25 años cree plenamente en la integración y según su punto de vista para una correcta evolución sería necesario: “Primero: El discapacitado/a debe involucrarse en pensar que es una persona con limitaciones pero normal e igual que el resto.

Segundo: Intentar que la sociedad asuma cada vez más que una persona con discapacidad puede llegar a desarrollarse tanto cómo una que no la tiene y eso debe reflejarse en los principales medios de comunicación, la televisión especialmente que es la que más llega a todos debería representar o presentar al discapacitado cómo una persona cómo cualquier otra."



El apoyo de los profesores es básico para la integración de alumnos con discapacidad en las aulas, pero los que trabajan codo a codo con ellos son los compañeros de clase. Raimon Solà y Oscar Arenas estudiaron Publicidad y RRPP en la UAB, y fueron compañeros de una alumna con deficiencia visual, Oscar confiesa las dudas que le asaltaron al verla: “Primero pensé ¡genial! Después surgieron dudas más relacionadas con mi experiencia. ¿Hacia dónde podía llegar esa persona? ¿Qué podía pedirle yo? ¿Contaba con ayuda al margen del docente? ¿Un comentario mío podría ofenderle?”. Raimon, por su parte también tuvo sus dudas y pensó: “Ole sus huevos al principio pero luego vi que basta con la voluntad de hacerlo (no hay que tener un gran valor) y que hubiera los medios y la ayuda necesaria por parte de la universidad y de los compañeros.”



Te das cuenta de que a pesar de su autonomía, hace falta prestar atención. Pero al final todo se reduce a la normalidad, no hacer un drama ni un “pobrecita”.”



Un camino difícil, lleno de retos, valentía, superación y mil cosas más, un camino escarpado, pero que vale la pena recorrer cómo demuestra Verónica Barragán, a la que la vida dio un duro golpe cuando perdió la vista totalmente, ella es el ejemplo más claro de lo CAPACITADOS que están los “discapacitados” y de que la vida es muy bonita para perderla llorando en un rincón: “Hace 5 años mi vida dio un vuelco radical aunque esperado, porquetengo Glaucoma, una enfermedad que afecta a la vista y desde que nací fuí deficiente visual. En la mayoría de los casos deriva en ceguera, así que a los 32 años, un día, se apagó la luz de mis ojos para siempre.



Todo cambió de repente y tuve que tomar decisiones para volver a mi vida aunque fuera distinta, y sí, lo es...

Perdí la vista, el trabajo, la facilidad de moverme por el mundo pero no perdí lo más importante: Mi familia, mi marido y mis amigos, ninguno me falló, al contrario, a cambio gané tiempo, algo que siempre valoré.



Cuando perdí la vista tras una operación arriesgada, preferí no sumirme en mi tristeza, algún día tenía que pasar, así que me puse en manos de personas que me ayudaran a recuperar mi rutina y seguí el ejemplo de una amiga que volvió a estudiar pasados los 30, me apunté a un curso para acceso a la universidad. Estaba asustada, siempre he sido tímida y me costaba integrarme en grupos sociales, sobretodo si son grandes, más ahora que no veía y no tenía la facilidad de acercarme a la gente. Pero lo hice y tuve la suerte de conocer a una chica que hoy sigue siendo una gran amiga y me animó a seguir cuando mis fuerzas me abandonaban. No sabía que método usar para estudiar y seguir las clases. Conocía el sistema Braille,, pero leía muy lenta así que no me iba bien, echaba mucho de menos tener un libro entre mis manos, el balanceo de mis ojos al recorrer las líneas. Me daba mucha rabia no poder ir al ritmo de los demás. Así que opté por utilizar un ordenador portátil para tomar apuntes en clase y leerlos en casa, fue mucho mejor. Sigo echando mucho de menos las herramientas tradicionales pero los ordenadores son los mejores aliados para un ciego. Gracias a él podía realizar los exámenes al tiempo que los compañeros y no aparte que, aunque, parece una tontería te integra más con los demás.



Otra decisión fue contar con la ayuda de un perro guía para mi movilidad diaria pues el bastón no me daba toda la seguridad. Así que cuando me llamaron para ir a la escuela de instrucción de perros Guías en Rochester, EEUU., ¡allí que fuí!, cruzar el charco ya era emocionante pero lo mejor era volver con un perro precioso que me acompañara a todas partes y me evitara muchas frustraciones. Así fue, volví con MissY, una labradora estupenda que cada día cuida de que no me caiga por el mundo.

Retomar las clases, fue un nuevo comienzo, ir a clase era mucho más fácil y el encanto de mi nueva amiga de 4 patas hizo que los demás compañeros se abrieran mas a mi. Así que con la ayuda de mi amiga, de mi ordenador, de mi amiga de cuatro patas y unos profesores que no tuvieron problema en adaptarse en todo lo que les pedía conseguí llegar al examen de admisión de la Universidad que pasé mejor de lo que esperaba.

Al matricularme en la carrera de Historia, volvieron mis miedos Así que con la ayuda de mi profesora de orientación de la ONCE, acudí al jefe de estudios para presentarme y pedirle consejo de como dirigirme a los profesores para explicarle mis necesidades, él me tranquilizó, ya habían tenido casos como el mío y la experiencia era buena. Lo agradecí mucho pero aún así el día de la presentación tuve muchos nervios. Pero cuando ya me iba conocí a unos chicos que se habían enamorado de Missy, al hablar descubrimos que iríamos a la misma clase. Así que el primer día ya tuve compañía. Congeniamos mucho, aún compartimos clase y amistad. Gracias a ellos me es más fácil seguir las clases, me pasan apuntes y me aclaran cosas que yo no puedo percibir.



Todo esta saliendo muy bien. Lo que más valoro es que no solo estoy en la Universidad haciendo una carrera que me gusta sino que en el camino estoy encontrando gente maravillosa.”



























lunes, 26 de mayo de 2014

18 Primaveras por fiiiin!!!!!




Ahora sí, llegó el día por fin, llegaron los 18 años más deseados desde que el mundo es mundo, ahora disfrútalos, siéntelos y vívelos porque cada segundo es único, mágico cómo tú.



Soy muy felíz por tenerte en mi vida, me parece mentira que ya tengas 18 años, no puedo creer que aquél pequeño angelito que dormía mientras chupaba su dedito dulcemente en aquélla cunita de hospital hoy sea ya un HOMBRE.



Hoy quiero decirte que eres una bendición del cielo, un ángel que llegó para llenarnos de alegría, ilusión y amor, quiero decirte que te quiero con locura y que tu risa me llena de luz el alma, quiero decirte que cada minuto que paso contigo es especial porque tú lo haces especial, y quiero pedirte un favor, uno pequeñito pero importante, ahí va: NO CAMBIES NUNCA Y SÉ INFINITAMENTE FELÍZ



Y por último decirte que nunca dejes de ser TÚ pase lo que pase y le pese a quién le pese, nunca olvides la letra de esa canción que tantas veces hemos escuchado juntos: “Los valientes son los que son de verdad, ni los fuertes ni sus guerras, los valientes los que saben llorar con la cara descubierta”, es sólo una canción pero es muy cierta, en la vida hay que ser valiente y con la verdad por delante aunque no siempre sea fácil, no permitas que nadie te cambie amor.



Ahora abre tus alas y vuela hacia tus 18 años, róbale al cielo las nubes, las estrellas, la Luna y el Sol, sí todo para ti porque eso es lo que tú te mereces TODO



Te quiero



Tu Lidi



P.D: Me hubiese encantado regalarte mi corazón en tú 18 cumpleaños pero es que hace mucho que me lo robaron cuatro personitas, una de ellas eres tú, así que tendrás que conformarte con el trocito que te toca